Durante los años 30, España se vio envuelta en un movimiento político entre anarquistas y comunistas, queriendo aniquilar la fe católica. Los enemigos de la Iglesia engañaban a la gente con su propaganda en la que contaban mentiras sobre el clero, tales como que el clero se codeaba con la gente rica de la sociedad para maquinar cosas contrarias a la sociedad. Finalmente en 1936 comenzó la guerra civil en España y el ataque contra el catolicismo se intensificó.
El 20 de julio una banda de anarquistas irrumpió en el seminario que los Claretianos tenían en Barbastro (hoy es museo, capilla y cripta) bajo la excusa de buscar armas escondidas en el edificio. Allí vivían 60 religiosos: 9 sacerdotes, 39 seminaristas y 12 hermanos religiosos. El superior, P. Munárriz, explicó que la comunidad no estaba envuelta en problemas políticos o del ejército, y que la única arma que tenían era el Sto. Rosario. A pesar de su claridad, no convenció a los despiadados anarquistas. Él y otros dos miembros de la comunidad fueron arrestados en la cárcel de la ciudad. El 2 de agosto fueron fusilados. Después de esto los sacerdotes y hermanos fueron interrogados, sufriendo torturas físicas y psicológicas.En estos días el Señor, elevó esta sencilla comunidad de misioneros Claretianos a una comunidad de mártires Claretianos.
Oración:"Jesús, ya sabes,soy tu soldado,siempre a tu lado he de luchar.Contigo siempre y hasta que muera,una bandera y un ideal; ¿y qué ideal?¡Por ti, Rey mío, la sangre he de dar!"- los mártires de Barbastro
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